"quien no está conmigo está contra mí"
Avisos de la semana
Hoy martes 21 de marzo es la fiesta de San Benito, patrono de nuestro Instituto de Cristo Rey Sumo Sacerdote. Hay indulgencia plenaria por asistir a la Santa Misa esta tarde en la Santa Cruz a las 20hs. con las condiciones habituales.
El miércoles tendremos catecismo de confirmación a las 9 de la noche.
El jueves tendremos, D.m., adoración del Santísimo de las 9:30 a 10:30 de la noche.
El sábado tendremos catecismo de primera comunión a las 11 de la mañana.
Del 29 de abril al 2 de mayo se predicará un retiro para mujeres.
Del 2 al 4 de noviembre realizaremos una peregrinación a Fátima bajo la presidencia del Cardenal Burke.
Comentario de Don Guéranger:
LA LUCHA CONTRA SATANÁS.
— Pero si debemos temer mucho el poder terrible que puede ejercer en
nuestros cuerpos y evitar todo contacto con él en las prácticas que
preside, y que son el culto a que aspira, también debemos temer su
influencia en nuestras almas. Considerad cuánto le ha costado a la
gracia divina arrojarle de vuestra alma. En estos días la Iglesia nos
ofrece todos los medios para salir vencedores: el ayuno acompañado de la
oración y la limosna. Tendréis paz y vuestro corazón, vuestros sentidos
purificados, se transformarán en templos de Dios: Pero no vayáis a
creer que ya habéis aniquilado a vuestro enemigo. Está irritado, la
penitencia le ha expulsado de su dominio y ha jurado tantear todos los
medios para apoderarse. Temed, pues, en la recaída en el pecado mortal y
para fortificar en vosotros este temor saludable, meditad el contenido
de las palabras de nuestro Evangelio.
El Salvador nos enseña que este espíritu
inmundo, arrojado de un alma, anda vagando por los lugares áridos y
desiertos. Le devora el verse humillado y siente de antemano las
torturas de este inñerno que lleva con él por todas partes del que
quisiera distraerse si pudiera, perdiendo a las almas que Jesucristo
rescató. El Antiguo Testamento nos habla de los demonios reunidos y que
andan vagando por lugares desiertos. Así el Arcángel San Rafael relegó a
los desiertos del alto Egipto al espíritu infernal que había hecho
perecer a los siete maridos de Sara. Mas no siempre el enemigo del
hombre se resigna a vivir alejado de la presa que ambiciona. Le impulsa
el odio como al principio del mundo y se dice: "ya es hora que vuelva a
la casa de donde salí". Pero no vendrá solo; quiere salir victorioso y
para conseguirlo traerá, si es necesario, con él otros siete demonios
peores aun que él. ¡Qué ataque prepara al alma si no está de sobreaviso y
fortificada, si la paz que Dios le ha vuelto no es una paz firme! El
enemigo explora la situación del lugar; con su habitual perspicacia
examina los cambios que se han obrado en su ausencia.
¿Qué observa en esta alma con quien ha poco
tenía amistad y su morada? Nuestro Señor nos lo dice: el demonio la
encuentra indefensa, pronto a recibirle de nuevo; nada de resistencia.
Parece que el alma ansiaba esta nueva visita. Entonces el enemigo, para
asegurar más su conquista va a buscar refuerzos. El asalto está dado
nada, se opone; y pronto en lugar de un huesped infernal, el alma recibe
un tropel; "y añade el Salvador, el último estado de ese hombre es peor
que el primero". Comprendamos el consejo que nos da la Santa Madre
Iglesia al darnos a leer este pasaje del Evangelio.
Por todas partes hay conversiones a Dios;
muchas conciencias se van a reconciliar y el Señor los va a perdonar sin
medida; pero, ¿perseverarán todos? Cuando el año próximo llegue de
nuevo la Cuaresma y convoque a los cristianos a la penitencia, todos
estos que en estos días se van a sentir arrancados del poder de Satanás
mantendrán sus almas limpias y libres de su yugo? Una triste experiencia
no permite a la Iglesia esperar tal consuelo. Muchos recaerán poco
después de su rescate en los lazos del pecado. ¡Oh, si se apoderase de
ellos la justicia de Dios en este estado! Sin embargo esta será la
suerte de muchos, tal vez de un gran número. Temamos, pues las recaídas;
y para asegurar nuestra perseverancia, sin la cual de nada nos sirvió
el recuperar algunos días la gracia de Dios, vigilemos en adelante,
oremos, defendamos la situación de nuestra alma, luchemos; y el enemigo
desconcertado por la tenacidad irá a otra parte avergonzado y furioso.