Blog del Instituto de Cristo Rey Sumo Sacerdote en España. - Sociedad de vida apostólica en forma canonical de Derecho Pontificio
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Quarto domingo después de Pentecostés
Bautizos y confirmaciones
Tuvimos la gracia de vivir en la iglesia de la Paz el sábado pasado unos bautizos de adultos, confirmaciones y luego la Santa Misa. Don Alfonso Lozano Lozano, nuestro Vicario Episcopal celebró con gran dignidad, predicó muy bien y fue muy cariñoso con los que recibieron los Sacramentos y sus familias y amigos.Realmente damos muchas gracias a Dios y rezamos especialmente por los bautizados y confirmados.
Ordenaciones en Gricigliano
el miércoles 2 de julio serán ordenados 2 diáconos españoles y un subdiácono, también de España.Rezamos también por los 8 diáconos que van recibir el don del Sacerdocio.
(4 en Florencia, y 4 en Saint Louis, USA)
Concurso de catecismo
Este sábado tendremos el tradicional Concurso de catecismo en la hospedería del Valle de los Caídos. Comenzaremos a las 13 h en la sala. Saldrán coches desde la Casa de Santa Teresa de Jesús a las 12 h. Será un día de Jornada de Convivencia y Formación.Después del concurso comeremos y por la tarde tendremos conferencia, confesiones y Misa a las 7 de la tarde.
Jornadas de Convivencia y Formación en Los Molinos
Desde el lunes 16 de julio al miércoles 18 tendremos unas Jornadas en Los Molinos sobre la Restauración de la Cultura Cristiana.Mas información
El jueves tendremos adoración hasta las 10 de
la noche.
El viernes tendremos la adoración de fin de
actividades anuales con el grupo de Isabel la Católica, desde las
9 menos cuarto de la noche hasta las 10.
Fiesta del Sagrado Corazón
Al Divino Esposo no le agradan sólo las grandes obras
de las personas devotas, sino también las más pequeñas y bajas; y, para servirle como le place, hay que cuidarse
mucho de servirle bien en las cosas grandes y en las pequeñas y despreciables
ya que podemos de igual modo tanto con unas como con otras, robarle el corazón por amor.
Prepárate, pues Filotea, a padecer muchas y grandes
aflicciones por el Señor e incluso el martirio; disponte a darle todo lo de más
precio y más querido que tengas si tuviera a bien tomarlo. Pero mientras la
Divina Providencia no te envía aflicciones tan sensibles y grandes y no te pide
tus ojos, dale al menos tus cabellos: es decir, soporta con dulzura esas
pequeñas ofensas, estas pequeñas incomodidades, estas pérdidas de poca
importancia que te ocurren a diario, pues mediante estas pequeñas ocasiones,
aprovechadas con amor y dilección, ganarás enteramente su corazón y lo harás
todo tuyo.
Estas pequeñas caridades diarias, este dolor de cabeza,
este dolor de muelas, esta indisposición, esta manía del marido o de la mujer,
esta rotura de un vaso, este desprecio o este gesto, esta pérdida de guantes,
de una sortija, de un pañuelo, esta pequeña incomodidad que uno se impone de ir
a acostarse temprano y levantarse pronto para orar, en suma, todos esos pequeños
sufrimientos recibidos y abrazados con amor contentan sobremanera la Bondad
Divina.
San Francisco de Sales, Filotéa, 3a parte, XXXV
O Sacrum Convivium! ¡Oh sagrado banquete! en el que Cristo es recibido, la memoria de su Pasión es renovada, la mente se llena con la gracia, y un juramento de gloria futura nos es dado. Aleluya. |
Avisos de la semana
Miércoles: catecismo de confirmación de adultos a las 9 de la noche
Jueves: adoración después de Misa hasta las 10 de la noche
Viernes
es la fiesta del Sagrado Corazón: Misas a las 7:30 h en la Casa de
Santa Teresa de Jesús y a las 20 h en N. S. de la Paz, seguida de
adoración al Santísimo hasta las 10 de la noche.
Corpus en el seminario de Gricigliano |
Lauda Sion Salvatorem!
Alaba, alma mía a tu Salvador; alaba a tu guía y pastor con himnos y cánticos.
Pregona su gloria cuanto puedas, porque Él está sobre toda alabanza, y jamás podrás alabarle lo bastante.
El tema especial de nuestros loores es hoy el pan vivo y que da vida.
El cual se dio en la mesa de la sagrada cena al grupo de los doce apóstoles in género de duda.
Sea, pues, llena, sea sonora, sea alegre, sea pura la alabanza de nuestra alma.
Pues celebramos el solemne día en que fue instituído este divino banquete.
En esta mesa del nuevo rey, la pascua nueva de la nueva ley pone fin a la pascua antigua.
Lo viejo cede ante lo nuevo, la sombra ante la realidad, y la luz ahuyenta la noche.
Lo que Jesucristo hizo en la cena, mandó que se haga en memoria suya.
Instruídos con sus santos mandatos, consagramos el pan y el vino, en sacrificio de salvación.
Es dogma que se da a los cristianos, que el pan se convierte en carne, y el vino en sangre.
Lo que no comprendes y no ves, una fe viva lo atestigua, fuera de todo el orden de la naturaleza.
Bajo diversas especias, que son accidente y no substancia, están ocultos los dones más preciados.
Su carne es alimento y su sangre bebida; mas Cristo está todo entero bajo cada especie.
Quine lo recibe no lo rompe, no lo quebranta ni lo desmembra; recíbese todo entero.
Recíbelo uno, recíbenlo mil; y aquél lo toma tanto como éstos, pues no se consume al ser tomado.
Recíbenlo buenos y malos; mas con suerte desigual de vida o de muerte.
Es muerte para los malos, y vida para los buenos; mira cómo un mismo alimento produce efectos tan diversos.
Cuando se divida el Sacramento, no vaciles, sino recuerda que Jesucristo tan entero está en cada parte como antes en el todo.
No se parte la sustancia, se rompe sólo la señal; niel ser ni el tamaño se reducen de Cristo presente.
He aquí el pan de los ángeles, hecho viático nuestro; verdadero pan de los hijos, no lo echemos a los perros.
Figuras lo representaron: Isaac fue sacrificado; el cordero pascual, inmolado; el maná nutrió a nuestros padres.
Buen pastor, pan verdadero, ¡oh Jesús!, ten piedad. Apaciéntanos y protégenos; haz que veamos lo bienes en la tierra de los vivientes.
Tú, que todo lo sabes y puedes, que nos apacientas aquí siendo aún mortales, haznos allí tus comensales, coherederos y compañeros de los santos ciudadanos.
Amen.
Santo Tomás de Aquino.
Pregona su gloria cuanto puedas, porque Él está sobre toda alabanza, y jamás podrás alabarle lo bastante.
El tema especial de nuestros loores es hoy el pan vivo y que da vida.
El cual se dio en la mesa de la sagrada cena al grupo de los doce apóstoles in género de duda.
Sea, pues, llena, sea sonora, sea alegre, sea pura la alabanza de nuestra alma.
Pues celebramos el solemne día en que fue instituído este divino banquete.
En esta mesa del nuevo rey, la pascua nueva de la nueva ley pone fin a la pascua antigua.
Lo viejo cede ante lo nuevo, la sombra ante la realidad, y la luz ahuyenta la noche.
Lo que Jesucristo hizo en la cena, mandó que se haga en memoria suya.
Instruídos con sus santos mandatos, consagramos el pan y el vino, en sacrificio de salvación.
Es dogma que se da a los cristianos, que el pan se convierte en carne, y el vino en sangre.
Lo que no comprendes y no ves, una fe viva lo atestigua, fuera de todo el orden de la naturaleza.
Bajo diversas especias, que son accidente y no substancia, están ocultos los dones más preciados.
Su carne es alimento y su sangre bebida; mas Cristo está todo entero bajo cada especie.
Quine lo recibe no lo rompe, no lo quebranta ni lo desmembra; recíbese todo entero.
Recíbelo uno, recíbenlo mil; y aquél lo toma tanto como éstos, pues no se consume al ser tomado.
Recíbenlo buenos y malos; mas con suerte desigual de vida o de muerte.
Es muerte para los malos, y vida para los buenos; mira cómo un mismo alimento produce efectos tan diversos.
Cuando se divida el Sacramento, no vaciles, sino recuerda que Jesucristo tan entero está en cada parte como antes en el todo.
No se parte la sustancia, se rompe sólo la señal; niel ser ni el tamaño se reducen de Cristo presente.
He aquí el pan de los ángeles, hecho viático nuestro; verdadero pan de los hijos, no lo echemos a los perros.
Figuras lo representaron: Isaac fue sacrificado; el cordero pascual, inmolado; el maná nutrió a nuestros padres.
Buen pastor, pan verdadero, ¡oh Jesús!, ten piedad. Apaciéntanos y protégenos; haz que veamos lo bienes en la tierra de los vivientes.
Tú, que todo lo sabes y puedes, que nos apacientas aquí siendo aún mortales, haznos allí tus comensales, coherederos y compañeros de los santos ciudadanos.
Amen.
Santo Tomás de Aquino.